Es bueno no saber
Una de las cosas que más me gustó de estas vacaciones fue practicar aikido en el país donde se originó. Me gustó por muchas razones, pero una de las más importantes fue entrenar donde no te conocen y notar de nuevo la sensación de una práctica no influida por lo que la gente espera o sabe de ti. Quizás ahora que empieza el curso sea buen momento para tratar de un concepto muy relacionado con esto que digo y del que se habla mucho pero que resulta difícil de poner en práctica.
El concepto en cuestión es Shoshin y proviene, como otras tantas cosas, del budismo zen. Tradicionalmente se traduce por "mente de principiante" y hace referencia a la actitud de apertura, entusiasmo y falta de ideas preconcebidas cuando se aborda un tema. Como podéis imaginar, es muy fácil mantener esta actitud cuando se comienza en algo, simplemente por que cuando se empieza un aprendizaje de manera voluntaria no se sabe mucho (¡bendita ignorancia!) y la curiosidad y la ilusión suelen guiar el proceso.
El mantener este estado se va complicando conforme uno va adquiriendo conocimientos sobre la materia, va poniéndose metas y va teniendo expectativas. Huelga decir que es prácticamente imposible de conservar cuando uno mismo se considera un experto en el tema, sea el que sea. Simplificando mucho y siempre desde mi punto de vista, el mérito es mantener esta actitud inquieta, abierta e ilusionada durante todo el trascurso del camino. A mi juicio, se trata sin duda de uno de los elementos clave para mantener la práctica a largo plazo y progresar.
Seguramente estéis dándole vueltas a qué tiene que ver todo lo que he dicho en la introducción con el desarrollo posterior. Os contaré a este respecto que una de las cosas buenas que vi allí es que cuando algo no "funciona" no se "finge". Esto no me suele pasar muy a menudo, ya que normalmente la gente me conoce y muchas veces hace lo que se espera que haga. Lo positivo de todo esto es que, si de verdad eres honesto contigo, tienes que dejar el ego en otro sitio y darte cuenta de que hay mucho que aprender y mucho sobre lo que trabajar.
Creo que ya lo he mencionado en alguna ocasión, pero pese a ser repetitivo, pienso que el principal obstáculo para aprender es pensar que algo se sabe. Por ello no me cansaré de recordar que hay que mirar todo, sobre todo lo que se cree conocer, como si fuera la primera vez que se ve. Si se es capaz de poner en práctica este consejo será fácil que cada día se aprenda algo, aunque no sea necesariamente algo nuevo.
Me ha encantado el artículo, esa es la actitud necesaria, lo que ocurre es que cuanto más crees saber menos te cuestionas lo que ya sabes y, muy al contrario, das por sentado cosas que no deberías para seguir progresando.
ResponderEliminarGacias por hacerme reflexionar en ese sentido querido Fer.
Gracias a ti por leerlo y por dar tu opinión.
EliminarUn abrazote.
F
Esto mismo, ese concepto, aplicado a muchos ámbitos de la vida en el día a día, haría muchas situaciones más sencillas, y mucho más fluida la resolución de las mismas. Muy buena reflexión.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar y efectivamente, este concepto, como muchos otros muy propios de cualquier budo, son (o deberían ser) muy aplicables a la vida diaria.
EliminarCordialmente.
F