¿Cómo practicar caligrafía en nuestro grupo?

Creo que nunca he abordado el tema formalmente, aunque mi memoria no es lo que solía ser. Supongo que será por el hecho de que siempre he asumido que quien tuviera interés por el tema vencería sus reticiencias y se pondría en contacto para preguntar sus dudas. En cualquier caso, considero oportuno relatar brevemente las maneras para que aquel que esté interesado pueda caligrafiar con nosotros.

Yendo al grano, tan sólo existen dos alternativas, presencial y a distancia, y lo cierto es que no soy capaz de vislumbrar ninguna opción más que me convenza. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes pero, siendo objetivos, tampoco hay muchas diferencias. Partiendo de la base de que la alternativa presencial ocupa la friolera de dos horas mensuales, resulta indudable que el progreso se centra en la cantidad de tiempo que le dediques a la actividad por tu cuenta.

Supongo que te preguntarás qué ventajas tiene la versión presencial. Bien, desde mi punto de vista son tres. En primer lugar, tendrás los beneficios que tiene coincidir en el tiempo y en el espacio. Esto es, las explicaciones serán más detalladas y podrás ver cómo el docente practica. En segundo lugar, podrás ver a otros compañeros trabajar. La verdad es que los componentes del grupo son encantadores y, en muchas ocasiones las conversaciones que se generan resuelven las dudas más frecuentes por las que todos hemos pasado. Finalmente, pese a ser un poco más cara, sólo pagarás por las sesiones a las que acudas.

En lo que concierne a la versión a distancia, que cabe aclarar que es el modo en el que aprendí y continúo aprendiendo, os destaco a continuación algunos detalles a tener en cuenta. El primero, no por obvio lo dejaré de lado, es que es la única alternativa para los que estáis lejos de Valencia. El segundo es que te evitas desplazamientos, aparcamientos, citas en el calendario y demás molestias derivadas de las frenéticas agendas que nos esclavizan. El tercero es que, a cambio de pagar menos (se intenta compensar por los costes de los envíos y por el hecho de recibir explicaciones menos profusas), deberás pagar el curso completo. Recuerda que también deberás recuperar el uso del correo postal, ten en cuenta que lo virtual no se lleva generalmente bien con lo tradicional.

Concretando un poco más, para la versión presencial tienes a tu disposición una sesión mensual que se suele celebrar el primer miércoles hábil de mes. Esto es más una declaración de intenciones que una norma grabada en piedra. Muchas veces es necesario modificar las fechas por fiestas, trabajo del que escribe u otras circustancias varias. Durante tiempo limitado, consideradlo un regalo de un buen amigo que ya no está, la primera clase incluirá en el precio los materiales necesarios para la práctica (pinceles, suzuri, shitajiki, barra de sumi y bunchin). En lo concerniente a la versión a distancia, no hay mucho que reste por decir, solamente el curso comienza y finaliza con el año, aunque te puedes incorporar en cualquier momento.

Imagino que muchos sentiréis curiosidad por el precio de la actividad. Como no me gusta hablar en público sobre dinero os diré dos cosas al respecto: si tienes interés no tengas miedo a preguntar y, teniendo en cuenta el coste de los materiales, el alquiler de la sala, los envíos, el tiempo, la dedicación, etc., me atrevo a afirmar que no se trata de una actividad cara. Aún así, si de verdad quieres hacer caligrafía y no tienes medios, explícame tu situación y te facilitaré las cosas en la medida de lo posible.

Finalmente, todos los que formáis parte del grupo estáis invitados (gratis) a las sesiones de puertas abiertas y a las sesiones especiales (trimestral o las integradas en algunos cursos de otras actividades).

Comentarios

  1. No existe aprendizaje sin enseñanza; son dos caras de una misma moneda que no se pueden "disasociar". Incluso, cuando ambos extremos los ocupa una misma persona.
    El aprendizaje de la caligrafía tiene esto, además de la visualización de videos e imágenes de todo tipo que nos hipnotizan.

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